15 diciembre 2007
El reflejo deformado de un espejo de feria
Hoy vamos a reírnos un poco de nosotros mismos. Se trata de un post bastante antiguo publicado en un blog argentino, pero no ha perdido actualidad. Con bastante mala leche, pero con indudable acierto en algunos casos, en Las drogas y sus diez engendros se caricaturiza a algunos (estereo) tipos del mundillo cannábico. Pero cuidado, que también hay palos para los fanáticos del NO a las drogas o para quienes, después de una mala experiencia, asumen todos los mitos prohibicionistas. Espero que no se me cabree nadie, que los activistas cannábicos deberíamos demostrar cierta capacidad de autocrítica. Unos pocos ejemplos:El militante combativo: ni lucha de clases, ni guerras de poder, ni sed de conquista: la verdadera cuestión de la historia del mundo es la legalización. Con la convicción de un taliban fundamentalista este pelotudo se anota en todo tipo de activismo: desde plantar semillas en las plazas públicas hasta organizar una suelta de globos el día del cumpleaños de Bob Marley, cualquier excusa es válida para repetir por enésima vez su manifiesto drogón.
El snob ilustrado: sin dudas uno de los peores, a esta clase de imbécil habría que despellejarlo con un pelapapas. Examina cada porro que le cae en manos con la severidad de un sommelier frente a una botella de vino de 1000 dólares. Invariablemente cualquier cosa será una mierda en comparación a las tres millones de variedades de porro que probó en Ámsterdam, al hash que fumó en Marruecos o a lo loco que quedó esa noche que un grupo de monjes camboyanos lo invitaron exclusivamente a comer brownies mágicos en la mismísima punta del Tibet.
El botánico emprendedor: harto de depender de la caótica cadena de distribución de marihuana, el botánico se convence de que lo mejor es ser autosuficiente y se embarca con pasión en la aventura del autocultivo. Preocupado por informarse, al tiempo estará aburriendo a medio mundo con insoportables monólogos sobre sus plantas, a las que se refiere como si fuesen sus hijas, y habrá invertido la mitad de su patrimonio en lámparas especiales, semillas importadas del Congo Belga y cuanta porquería encuentre para mejorar su jardín.
El del consumo responsable: drogarse es para él una elección, una forma de vida, una ideología y, como tal, merece estar fundamentada en bases sólidas y argumentos irrebatibles. Con inquebrantable disciplina este energúmeno se estudió toda la bibliografía que existe sobre el tema, cita constantemente a Escohotado y recopila prolijamente todos y cada uno de los artículos que encuentra referidos a las drogas y sus efectos. Está al tanto de todas las novedades y es una verdadera enciclopedia parlante. No es un drogón, es un erudito y exige respeto.
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Etiquetas: cannabis, humorismo muy serio, topicos
Enviado por DDAA 12:54
6 Comentarios:
Supongo que DDAA se identificará con el tercero de ellos :-))
Buen post...no está de más reírnos un poquitín de nosotros mismos, visto el panorama actual...
Buen post...no está de más reírnos un poquitín de nosotros mismos, visto el panorama actual...
Me identifico con varios, pero los espejos deformantes de las ferias no equivalen a retratos hiperrealistas, así que no cabe enfadarse por estas caricaturas. En este foro sobre videojuegos se amplía el catálogo.
La verdad es que muchas de esas personalidades, por tristes que parezcan, son reales.
Yo me identifico en parte con todos menos con el segundo...Aunque tambien faltaria parte de mi con esos tres nada más.
Un saludo!!
Un saludo!!
Falta el fumeta depresivo crónico.
Y el que dice, con la baba medio caída que él fuma porque el cerebro le va demasiado rápido.
Y el que dice, con la baba medio caída que él fuma porque el cerebro le va demasiado rápido.
Y también falta el ex fumeta arrepentido, cenizo, ignorante y pesado, pero para completar este retrato (y en este caso no hay caricatura que valga) ya estás tú, vayavaya.