La FAC (Federación de Asociaciones Cannábicas) es una organización que pretende aunar esfuerzos para conseguir cambios legislativos en la situación del cannabis en el estado español.
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«Hermano nacionalsocialista: ¿sabías que tu Führer se opone al vicio de fumar y piensa que cada alemán es responsable ante todo su Pueblo de cada uno de sus actos y no tiene derecho a dañar su cuerpo con drogas?» Publicado en una revista de la Alemania nazi
Clubs de consumidores de cannabis/Cannabis social clubs
No son muy habituales los trip reports entre los escritores españoles, pero Juan Goytisolo es un escritor español atípico y el más volcado con la influencia de la cultura islámica en nuestro país. Estamos en 1966. Durante una estancia en Tánger, Goytisolo recibe la noticia de la muerte de Eulalia (Julia Santaolaria), que había cuidado del escritor y sus hermanos durante décadas. Destrozado por la pena, Goytisolo intenta ahogar su sufrimiento mediante dosis masivas de kif y maaxun (o majoun, una mezcla de cannabis, frutos secos, dátiles, miel y especias). Pese a que la experiencia fue tortuosa, larga y difícil, también tuvo mucho de catarsis, pues el escritor barcelonés salió renovado de ella y obtuvo la inspiración para su obra Reivindicación del Conde Don Julián. Así lo cuenta el propio autor en uno de sus libros:
«Paralelo entre la inopia de las primeras imágenes que conservas y tu experiencia de la noche en que, disuelta en un vaso de té con menta, absorbiste una dosis endiablada de maaxún: sentado en un cajetín de la alcazaba de Tánger, arropado en tu largo viaje con la tranquilizadora vecindad de los jugadores de naipes y aroma sedativo del kif mientras un absurdo televisor difundía en sordina las disquisiciones taurino-políticas de un rotundo presentador de tu fauna. Nada al principio sino ondas, corrientes, aceleraciones que, de forma intermitente o sincopada, recorrían la superficie dúctil de tu cerebro, adunándolo suavemente, como bajo el soplo enardecedor del simún. Conciencia de la importancia del momento, palpable materialidad del lugar, tu presencia central en la trama. Luego, de improviso, una veloz, casi atropellada sucesión de imágenes literarias : símiles, tropos, versos audaces, metáforas deslumbrantes y aéreas, levitación ligera, planeos lentos, vértigo, furiosas caladas. Júbilo conceptual, barroquismo sinuoso, frases implicantes, ovilladas culebras: paroxismo creador de quien, encaramado en las cimas del arte poética, advierte no obstante la avariciosa precariedad de sus dones. Pues las metáforas se imbrican, encabalgan, solapan con rapidez enloquecedora, escurren líquidas entre los dedos, emulan la sabia ingravidez de Góngora, aparecen, fulguran, estallan, burlan tus esfuerzos por retenerlas, te arrastran con ellas asido a su cola. Los intentos de balizar, sembrar piedrecillas en aquel flujo febril, paulatinamente frenético, provocan tan sólo colisiones verbales, fracturas semánticas, bruscos descarrillamientos.
Impotente, comprobarás que el fastuoso despliegue del verbo se extingue como un juego de artificio. Nada, absolutamente nada permanece de él: destellos, versos, invenciones geniales se precipitan al olvido. Tu cerebro asiste a la cabalgata y sustitución en su superficie borrosa de docenas de obras maestras milagrosamente forjadas y, como en esos sueños alambicados de los que, al despertar, subsiste apenas una urdimbre en andrajos, así tu dominio fugaz del mecanismo creador como la remota aprehensión infantil del mundo adulto se reducen a unas palabras e imágenes desprovistas de significación, puramente indicativas de un encadenamiento anterior y perdido. Los nombres flotantes de Góngora y Borges, surgiendo como islotes después de una noche inacabable, entretejida de angustia y exaltación; los retazos e instantáneas pueriles, horros asimismo de sutura y contexto, serán, en ambos casos, el triste vestigio de unas impresiones y hechos cuya extrema indigencia descarta sin remedio cualquier tentativa de interpretación.»
Como si de un programa de cotilleo se tratara, la ONU ha optado por dar gran relieve a una gilipollez suprema: la relación de los famosos con las drogas y el mal ejemplo que dan a la juventud. Buena parte de la prensa ha mordido este anzuelo, y es vergonzoso que periódicos como El País dediquen nada menos que dos páginas a todo color a una fruslería de tal calibre. El buque insignia de PRISA pregunta a sus lectores online si creen que la prensa hace un tratamiento frívolo de estas cuestiones, sin reparar en que la frivolización parte ya de la ONU y en que, efectivamente, conceder tan generoso espacio mediático a algo así es mucho frivolizar.
Y no será por falta de cuestiones más relevantes que, por una vez, la JIFE ha mencionado en su nota de prensa: por ejemplo, la insistencia de los gobiernos en perseguir a consumidores y pequeños camellos mientras dejan en paz a los peces gordos; o el problema de la escasez de analgésicos, especialmente en los países del Tercer Mundo. Lo cierto es que es gracioso ver a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes denunciando hechos que caen bajo su responsabilidad, pues la Junta es una feroz guardiana de la ortodoxia prohibicionista.
Habrá que ver cómo reacciona este organismo ante las recientes propuestas de despenalización del consumo de cannabis en México, Jamaica y Argentina, pero mucho nos tememos que se opondrá rotundamente a las tres iniciativas, quedando así su llamamiento en pura retórica.
Por lo demás, es sangrante que la ONU ponga el grito en el cielo por lo que fuma Amy Winehouse o por lo que esnifa Kate Moss (ambas violadas en su intimidad por cámaras ocultas) y jamás haya dicho una palabra sobre la campaña criminal del gobierno tailandés que, con el pretexto de la lucha antidroga, asesinó a más de 2.500 personas en 2003 y ha prometido recientemente reanudar esta salvajada, atreviéndose a pronosticar 4.000 asesinatos más ¿Dónde está el sentido moral de los burócratas antidroga de la ONU? ¿Cuál es el criterio periodístico de unos medios de comunicación que prefieren conceder un espacio privilegiado a estas banalidades en lugar de denunciar con contundencia las masacres que se cometen en nombre de la cruzada contra los narcóticos?
Hace más de setenta años, Harry J. Anslinger, el padre de la prohibición mundial de las drogas, emprendió una campaña de propaganda contra la marihuana, droga virtualmente desconocida para la inmensa mayoría de los estadounidenses en aquel entonces. Gracias a esta campaña de mentiras y exageraciones, Anslinger consiguió provocar un giro de 180 grados en la opinión pública con respecto a la prohibición de la llamada "Hierba del Diablo". Según Anslinger y sus sicarios mediáticos, la marihuana era un auténtica plaga entre los colegiales, especie que sería desmentida rotundamente por el Informe Laguardia. Hoy, en la España del siglo XXI, los herederos de estos sicarios siguen haciendo de las suyas sin presión alguna. Algunos titulares recientes:
Todos estos periódicos están radicados en comunidades donde la infiltración mafiosa ha venido siendo cada vez más importante durante los últimos años, pero en vano encontraremos en ellos artículos sobre este fenómeno. Señores de La Voz de Galicia, 20 minutos, Diario de Mallorca y Las Provincias: ¿podrían ustedes dejar por un momento su obsesión pedófila ("amor a la infancia") y empezar a informar a sus lectores sobre asuntos relevantes? Los mafiosos lamentarían el cambio (y sin duda no se quedarían cruzados de brazos), pero los ciudadanos lo agradeceríamos mucho.
Quedan pocos días para las elecciones y es un buen momento para hacer una recapitulación de las propuestas que contemplan cambios significativos en la política de drogas. Huyendo como de la peste del concepto de "voto útil" y descartados por su inmovilismo los partidos mayoritarios, que esta vez ni siquiera han intentado lanzar guiños al electorado fumeta (y nos referimos al PSOE, dado que el PP siempre ha sido bastante claro a este respecto), las alternativas son estas:
En el ámbito nacional, sólo hay dos opciones reformistas: Izquierda Unida y Ciudadanos. La coalición liderada por Llamazares ha venido manteniendo una línea coherente en lo que a drogas se refiere. El último ejemplo fue su iniciativa a favor de la derogación de la ley Corcuera, cuando IU puso en evidencia al resto de los partidos, todos ellos favorables al mantenimiento de las multas por consumo público o tenencia. En cuanto a Ciudadanos, que se presenta por vez primera a unas elecciones generales, en su programa figura explícitamente la regulación del cannabis, quizás a través de un sistema parecido al de los coffee shops holandeses. Se trata de una propuesta tímida, pero más que aceptable en las condiciones actuales.
RCN/NOK se presenta en cuatro circunscripciones (Alicante, Málaga, Navarra y Valencia) y también debuta en unas generales. Animamos a todos los activistas que puedan votar en estas provincias, especialmente a los más desencantados con la política tradicional, a que no se queden en casa el 9-M y den un impulso a estas listas cannábicas, que por muy difícil que sea sacar un escaño, al menos sabremos cuántos somos.
Por último, y desvinculada de IU, Isaura Navarro se presenta en Valencia por la coalición Bloc-Iniciativa-Verds, con lo que el voto cannábico tendrá en esta provincia una gran variedad de ofertas.
Aparte de estos, algunos partidos proponen medidas sobre cannabis medicinal o la regulación de los grow shops, pero consideramos que esto no es serio en las condiciones actuales, así que ni nos molestaremos en nombrarlos.